San Jorge, Nuestro Patrono

 

San Jorge fue un soldado romano, nacido en el siglo III en Capadocia, Turquía y que falleció a principios del siglo IV, probablemente en la ciudad de Lydda, Israel.


La leyenda más difundida de San Jorge es sin duda la del dragón, en la cual se nos presenta a nuestro santo como un soldado o caballero que lucha contra un ser monstruoso (el dragón) que vivía en un lago y que tenía atemorizada a toda una población situada en Libia. Dicho animal exigía dos corderos diarios para alimentarse a fin de no aproximarse a la ciudad, ya que desprendía un hedor muy fuerte y contaminaba todo lo que estaba vivo.


Al final ocurrió que los ganaderos se quedaron casi sin ovejas y decidieron que se le entregara cada día una persona viva, que sería escogida bajo un sorteo. Un buen día, le toco la “suerte” a la hija del rey, pero, cuando el monstruo iba a comérsela, San Jorge la salvó. Es por ese motivo que en Catalunya, San Jorge (Sant Jordi) es el patrón de los enamorados. La leyenda de San Jorge fue escrita en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su célebre obra “La Leyenda dorada”.

 

Después de unos años en el ejército romano, San Jorge se da cuenta que su verdadero ejército es el de Jesucristo, reparte sus bienes entre los pobres, renuncia a su carrera militar y se enfrenta a las autoridades romanas. Es de destacar que las actas del martirio de nuestro santo se perdieron y solamente podemos saber algo de ellas a partir de la tradición popular. Por tanto, nos encontramos ante el hecho que, pese a existir históricamente un martirio de San Jorge, no se pueden tomar como históricas tales tradiciones. De todas formas, dichas narraciones son un símbolo de los ideales y de las convicciones de aquellos cristianos que lo dieron todo por su fe en Jesucristo.


El Colegio rescata del Santo, los valores de la solidaridad, honor, valentía, entre otros, para enfrentar el mal, que está representado por el dragón. Todos estamos llamados a emprender luchas titánicas contra las injusticias sociales, amparados bajo el testimonio evangelizador de San Jorge.